En El Castell de Vila-seca
Cada 5 de enero Mapping en El Castell de Vila-seca
Una vez terminada la cabalgata, El Castell de Vila-Seca acoge el mapping. La gente se reune en los jardines del castillo y, allí, se emite una proyección de luz y sonido protagonizada por Tonet y la Pineda, dos personajes tradicionales de la cultura vilasecana. La temática del mapping varía cada año.
Los orígenes de la fiesta en Vila-seca
Las fuentes consultadas señalan el origen de la tradición de los Reyes en Vila-seca a partir de 1940. Parece que a partir de una conversación en el café del Centro Católico un grupo de vilasecanos se animaron a poner en marcha esta tradición para alegrar un rato la vida de los niños y niñas del municipio, bastante tristes por la tragedia de la guerra civil...
Los primeros Reyes fueron: Ramon Farriol (rey negro), Esteve Graset (rey blanco) y Joan Morell (rey rubio) y llegaron a caballo por el Camino de Reus.
Los paquetes se llevaron con el vehículo del Antonet de l'Auto (ca Magí, el propietario de la tienda de la Plaça de l’Església).
La Esperanza Grasset informa que los reyes se vistieron con ropa encontrada. Ese año también habían hecho Els Pastorets y se aprovechó parte del vestuario. Como anécdota, Joan Morell, que participaba, trajo el regalo a una niña que había salido en la representación y lo descubrió!
Nos decía Ramon Farriol que es a partir del año 1942 que la fiesta tomó un aspecto popular tal y como la conocemos hoy: los reyes a caballo repartiendo los juguetes casa por casa y los niños estirando la cuerda desde los balcones alumbrados para localizar la casa donde era necesario dejar los paquetes ya que era muy escaso el alumbrado de las calles.
Anton Adserias afirma en el "Pont de Fusta" y en el "Costumari popular" que “en 1944 ... el Blanco, Joan Morell Jansà; el Rubio, Esteve Graset Ferrando y Negro, Ramon Farriol Clavé;... el camión era de Anton Anfrons (Antonet del Auto)...”. El mismo autor comenta que los Pastorets que cada año se hacían en el Centro Católico se recogían juguetes para los pequeños de las familias necesitadas y los repartían en la cabalgata de los Reyes.
En 1947 los Reyes fueron Ramon Farriol, Joan Graset y Josep M. Boquera. Esteve Pujals, “el Belga”, también hizo de rey en torno a estos años. Esteve Aragonès Nogués afirma que también hicieron de Rei, Antonet Clavé Samsó, Pepito Cantí y Josep M. Badia. Los paquetes iban en el camión del Tardiu, que se adornaba en la masía de Miret. Como había pocos paquetes, todos iban dentro de la caja del vehículo y quedaban tapados por los adornos. La sociedad el Centro Católico se ocupaba de los vestidos y las pelucas se alquilaban.
Josep M. Boquera nos comenta que ya en estos años, posiblemente en 1947, el Ayuntamiento empezó a obsequiar con regalos a los niños pobres. Recuerda con emoción que llevaron un regalo a un matrimonio que vivía pobremente de pedir caridad: “Dª. María de la casita de los pobres, al final de la calle Monterols, lloraba de alegría junto al fuego abrazada a su marido al ver el detalle traído por los reyes”.
Rosita Clavé comenta que algún año los condes daban permiso para preparar los paquetes en El Castell; y que el primer año en que las mujeres colaboraron y repartieron fue hacia el 1955.
Josep M. Farriol un año organizó los Reyes en el Mas de Palano, en el extremo O de la Formiga, sobre la carretera de Valencia, en el E de las Cuatro Carreteras, cerca de la Mina y el Camino de la Mina del Salvat . También dice Esteve Aragonés que en 1958 (casi seguro), la cabalgata se hizo el día 6 por la mañana porque la noche anterior había llovido. Pero ese día de los Reyes por la mañana se produjo una memorable duplicidad: los socios de Las Vegas habían organizado a sus Reyes propios y repartieron los juguetes a los niños en su entidad. Total: 6 Reyes en el pueblo, a la vez.
A principios de los 70 también llovió e hicieron el reparto el pasado 6 de enero.
Algunos años los Reyes desde el balcón del Ayuntamiento hablaban "extranjero". Era un idioma improvisado e inventado que no entendía nadie, ni a los niños ni a los mayores. Allí mismo en el balcón estaba el cura (mosén Lluís Batlle) que, una vez finalizado el discurso, hacía su traducción casi simultánea, absolutamente personal, también inventada, interesada y utilizando la forma de sermón clerical.
El 5 de enero se celebraba la fiesta en Vila-seca y el 6 se iba a Salou y al sanatorio Villablanca.
Singularidades de la fiesta
Los dos pilares principales son la presencia de los Reyes a caballo (mula, macho) y recibir los regalos desde el balcón estirando una cuerda. De hecho "estirar la cuerda" se ha convertido en sinónimo de recibir los regalos en nuestro pueblo. También destacamos la luz en los balcones de las casas donde los Reyes debían llevar los paquetes. Actualmente se impulsa el uso de los "Fanalets" (farolillos).
Cuando los Reyes llegaban a la plaza entraban en la iglesia a adorar al Niño Jesús. Y después se dirigían al Ayuntamiento, donde eran recibidos por las autoridades, y desde el balcón se dirigían al público congregado.
Actualmente la fiesta se ha trasladado a los jardines del Castell para aglutinar más público.
El Esbart Dansaire escenifica el pesebre y los Reyes adoran al Niño Jesús al llegar. A continuación se proyecta un mapping y se realiza un espectáculo en la fachada.
El paso de los años
El alma de la fiesta eran jóvenes inquietos que se organizaban alrededor de las collas del Centro Católico. Una vez pasado el Fin de año, se iba a recoger mata y hojas de palmera con el fin de adornar los carruajes.
En los años 70 y 80, el llamado club de las ratas (voluntarios locales) hacían flores de papel atadas con alambre a la antigua abadía que servían para adornar las carrozas. El día 4 se recogían los paquetes. Se utilizaban los caballos de la gente. Cuando no tenían suficientes iban al "picadero" de Carlos Civil en La Pineda. Un año Ernesto Civil puso como única condición que sus hijos salieran y que no hubiera gente en la calle mayor por seguridad. Un año que no había suficientes caballos, los dejó la Guardia Civil.
En cuanto al vestuario, Josep A. Ràfols, concejal de cultura hizo el encargo a Rosita Clavé, modista local. Fueron a una tienda en Tarragona el 27 de diciembre y al día siguiente ya tenían la tela. Hasta el día 5 se hizo 23 prendas, reyes, pajes... La ayudaron a hacer los ornamentos Pineda Ballvè y Roseta Gesalí, entre otros. Aquell vestuario se utilizaron hasta 2019.
Algún año se instaló un cableado que iba del campanario hacia la abadía por donde se deslizaba una estrella iluminada a medida que entraban los Reyes en la plaza.
El itinerario de la comitiva real varió: del Camí de Reus hasta la plaça de l’Església, el primer año; después, desde el Hort del Pep (calle Galceran de Pinós, junto a la estación) también hasta la plaza de l’Església. Los remolques llegaban a la plaza por la calle Major hasta la bajada del Ayuntamiento, daban la vuelta a la plaza Sant Antoni y volvían a subir.
Y así durante muchos años se realizó siempre el mismo recorrido. El día de Sant Esteve los mensajeros reales acuden a recoger personalmente las cartas de los niños; estos mensajeros también avisan a la población de la llegada de los Reyes antes de la cabalgata.
Originariamente este acto se celebraba en plaza de l’Església hasta el 2011 que se trasladó a El Castell. Hasta 1989 el jefe de grupo fue Jesús Badia, que siempre contó con numerosa colaboración de gente del pueblo. Así pues, vemos cómo a partir de 1980 hacen de Reyes Jordi y Josep Morell Clavé y Xavier Xatruch. También hasta 1989 salieron Jordi Badia, Ramon y Sisco Cardona Ballvè, Jaume Morell, Jordi Seritjol, Josep Pijoan y Demetri Sendra.
En 1991 se produjo una situación de compromiso porque pocos días antes de la celebración, el grupo que lo había hecho en el último bienio se desentendió y fue Jordi Seritjol quien se ofreció al Ayuntamiento para organizar la fiesta .
A partir del 92, fue Josep Pijoan quien encabezó el grupo de organizadores de la Fiesta de Reyes. Algunos reyes y pajes de estos años fueron: Xavier Vázquez, José Anton Garcia, José Pijoan, Jordi Seritjol, Oleguer Roigé, los hermanos Sergi y Luis Rufin, Jordi Purqueras, Marta Castaño, Andrés Graset, José R. Martínez Piñol, Miguel Lafonte.
A comienzos de esa época cada Rey estaba acompañado de un paje a caballo y un mensajero, siete pajes a pie y dos ayudantes cada remolque. Con los años se pasó de unos veinticinco colaboradores a unos sesenta al final.
En 1992 se repartieron 370 paquetes y al terminar este período ya eran un mil. Siempre hubo un único itinerario de reparto. Los remolques con los regalos se adornaron en diferentes espacios: una nave frigorífica que había junto a la avenida Ramon d'Olzina, almacén de Fruites Tarragona, nave de Jaume Morell. Los tractores eran de particulares y el del Sindicato Agrícola.
Eran tres tractores, uno por cada Rey, más el del carbón. El material de adorno y la ropa se guardaba en el almacén de la Brigada Municipal, en un contenedor y algún año en dependencias de la Biblioteca. La preparación y decoración de los remolques se iniciaba en octubre, y más intensamente a partir de noviembre. Paralelamente, quien tenía que montar a caballo, reyes o pajes, iba a realizar unas prácticas de equitación para estar bien preparado para el gran día. Los caballos de la cabalgata se alquilaban en Diverti Park, Fontscaldes, Ambrosio y Hermanos Santiago.
Los precios de los paquetes en pesetas eran: 200, 500, 800, según tamaño; 1200, los hornos, las bicicletas, los televisores, ...
En 1995 o 1996 se constituyó la Comisión de Reyes y se registraron unos estatutos para proteger a los participantes que no hubiera problemas con los caballos y el reparto. En 2001, se legalizaron los estatutos.
De este período cabe destacar en el año 2000 o 2001 la llegada de los Reyes en helicóptero, en La Pineda; y en coches antiguos, en Vila-seca. Los pajes encargados de recoger las cartas de los niños también llegaron al Parque de la Riera en helicóptero el día 26.
Hasta entonces el itinerario tradicional de la cabalgata era desde la calle de Galceran de Pinós, calle Compte de Sicart, calle Major, hasta la plaza de l’Església. Este año la llegada fue por la avenida Ramon de Olzina, calle de la Riera, calle de la Font, plaza de la Iglesia. El Rey Blanco iba en coche rojo; azul, el Rey Rubio; y el Rey Negro en coche beige. Había un único itinerario de reparto y éste se acababa sobre las doce de la noche.
El año 2001 fue el primero en haber mujeres pajes a caballo: Montse Vázquez y Eulàlia Marc; en 2002 también Marta Castaño. A partir del 2003 se elige un nuevo equipo para coordinar la fiesta, presidida por Montse Vázquez.
Hasta 2007 el reparto se hacía en un único itinerario, toda la comitiva iba a la vez; este año se organizan tres itinerarios para realizar tres repartos simultáneos y así llegar más bien a los hogares infantiles. Casco antiguo y barrio del Colomí; barrio de la Formiga y barrio Miramar; barrio de les Illes, El Castell y una parte de la zona cercana al Colegio Mestral. En 2008 se constituye l’Associació de Reis de Vila-seca como entidad sin ánimo de lucro y con el único objetivo de organizar la tradicional cabalgata de Reis.
En estos momentos, se amplió el cortejo. El número de colaboradores de los reyes son más de sesenta voluntarios, estructurados de la siguiente manera: 3 reyes, 3 mensajeros, 6 pajes a caballo, 3 portadores de cofres, 10 pajes a pie, 6 pajes de carretelas, 2 carboneros, 3 portadores de caballo, 20 colaboradores, 1 responsable del libro de paquetes.
La escenografía de la cabalgata es planteada y ensayada unos días antes de la fiesta intervienen los elementos que hemos señalado anteriormente. En 2012 salió una nueva junta encabezada por Marc Lorenzo. Durante estos años se ha visto cómo la población se ha volcado de forma masiva participando en la fiesta. Así pues, se pasó de los 800 paquetes en 2010 a 1700 de 2019.
También en estos años se produjo una renovación de vestuario: en 2015 se confeccionaron los trajes de la comparsa de los caballos del carbón; en 2016 los de los pajes de pie y carboneros, y finalmente, en 2017 se confeccionaron los nuevos vestidos de los reyes.
Se realizó, el primer Mápping en la plaza de l'Esglèsia y posteriormente se trasladó a los jardines de El Castell. Allí se realiza también la escena de la adoración, organizada por el Esbart Dansaire Ramon de Olzina. Una vez que los reyes han adorado al niño, se inicia el mapping en la fachada de El Castell y los parlamentos de autoridades y Reyes van ligados con el mapping; la Comisión participa en buscar su temática.
El presupuesto de la fiesta ha ido siempre a cargo del Ayuntamiento. Los organizadores, constituidos en entidad o voluntarios, han administrado estas aportaciones económicas para crear la fiesta.
Para terminar este estudio ponemos en valor el trabajo desinteresado de tanta gente que año tras año hace posible la celebración de la fiesta de Reyes.
BIBLIOGRAFIA
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